LOS HÉROES ANÓNIMOS DEL PROTECCIONISMO ANIMAL.
Desde hace algunos
años atrás han surgido fundaciones y organizaciones dedicadas a proteger a los
animales, especialmente a perros y gatos, en situación de calle, maltrato y
abandono. Las personas que conforman estas organizaciones realizan una loable
labor en beneficio de estos animalitos. Pero existen otras personas que, sin
formar parte de estas organizaciones, ayudan y protegen a los peluditos
abandonados o en situación de calle. Estas personas son denominadas
“proteccionistas independientes”.
Ella es una chica que
trabaja en una tienda de venta de alimentos y accesorios para mascotas y su
amor por los animales va más allá de su sitio de trabajo. Muestra emocionada la
foto que tiene en su celular, del gatito que recogió cerca de un basurero y que
ahora forma parte de su familia.
Él es médico, no es “fanático”
de los animales pero saliendo de su clase de judo encontró a unos bebés
“gatunos” y los llevó a su casa porque su esposa y su hija adoran a los
animales y alimentan a 12 gatitos que viven en su conjunto residencial. De los
hermanitos uno solo pudo sobrevivir y ahora comparte juegos con Sky, el perrito
de la familia. De vez en cuando le llevan comida a los gatitos que conviven en
el “Santuario de gatos del Cerro El Morro”.
Ellos son un
matrimonio que rescataron a un gatito que lanzaron por la ventana de una
camioneta y luego a una cachorrita que deambulaba desnutrida y con problemas de
la piel, por la urbanización en la que viven. Como habitan con familiares, han
tenido problemas motivado a los peluditos rescatados.
Esta señora dice que
tiene un “comedor popular para gatos”, al cual acuden dos comensales fijos y
uno temporal. Hace ya varios años, adoptó a un perrito que se acercaba a su
casa para que le dieran algo de comer. Este perrito se convirtió en la mascota
de la familia y en un maravilloso perro guardián.
Esta chica le montó
“cacería” durante varios días a un perrito abandonado que deambulaba cerca del
lugar en donde vive, hasta que al fin, una tarde lluviosa, logró rescatar al
mojado y asustado poddle. Luego lo dio en adopción a una familia que lo cuidó y
le dio cariño hasta el final de sus días.
Y así como éstas, hay
miles y miles de historias de personas que adoran a los animales y que se les
arruga el corazón al ver las injusticias que se cometen contra esos seres
maravillosos e inocentes. Con sus propios recursos, tanto humanos como
económicos, cubren las necesidades de esos animalitos y les dan amor, hasta el
punto de hacerlos, en algunos casos, parte de su familia.
La próxima vez que
veas a un animalito maltratado o en situación de calle, piensa de qué manera
puedes ayudarlo, ellos te lo agradecerán y pasarás a formar parte de estos
maravillosos “héroes anónimos”.